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.Dejando espacios inmersos en la completa incertidumbre, para respondernos preguntas impredecibles y extensas por su diversidad de opinión y sin fin de construcción.

Porque siempre dejamos más de mil ideas edificadas en nuestra mente que van creciendo lenta o rápidamente para que podamos entender el por qué de todo, ideas que claramente no podemos vivenciar a lo largo de nuestra corta e innata vida, ideas que abarcan mucho más allá de la propia vida muerta, ideas que no abandonan nuestro pensar y que giran entorno a un eje específico sin ir más allá, porque no hay respuesta alguna de por qué esa idea, porque nadie es capaz de destruir ese edificio mental lleno de palabras y signos que abordan con nuestra más temprana dualidad de sentidos, de sensaciones innatas y persuasivas hacia el mundo.
Nunca dejes que tu propio edificio se deje influenciar por otros, sólo de acuerdo a tu pensar constrúyelo, cuando cada piso te cueste un día de tu vida, una hora de tu día, unos segundos de tus pocos minutos libres o cuando simplemente te cueste una palabras de millones que hay; que se funden en una sola.
Cada día que pasa es un aporte al sector de ideas edificadas y descontroladas de nuestro ser, cada momento ya está formando parte de tu construcción. Nunca pensaste que construirías algo verdad? Pues sólo imagina que si vives ya empezaste hace tiempo ha hacerlo.